Revista poética Almacén
El entomólogo

Crónicas leves

[Marcos Taracido]

Otros textos de El entomólogo


Moscas, II


En la primera entrega de estas crónicas entomológicas les hablaba yo de la mosca. La zumbeante atmósfera del ambiente me hace recordarlas inevitablemente.

Hace un tiempo recurrí a un servicio de preguntas por internet para despejar la siguiente duda: ¿sería un problema para el mundo la eliminación de todas las moscas existentes? Este tipo de duda nos la planteamos con otras cosas, por ejemplo, con los políticos, y también intuimos el mismo tipo de respuesta. La pregunta, utópica de por sí, obtuvo una contestación peregrina: aunque hay una gran variedad de moscas con distintas funciones, la naturaleza no se vería afectada por tal ausencia. Quede claro que jamás he vuelto a recurrir a ese servicio.

¿Cómo va a ser posible que la extinción de miles de millones de seres vivos no afecten al ciclo natural? Evidentemente, el respondedor se dejó llevar por el deseo más que por la ciencia.

Os transcribo el siguiente fragmetno de La fauna de los cadáveres:

He aquí la nota que dimos para el informe del perito:

“El cráneo, que todavía conservaba algunos largos mechones de cabellos negros (de mujer), estaba casi por completo desprovisto de los tejidos blandos que debían recubrirle; existían en algún sitio, en cantidad de algunos gramos, formados por tejido ligamentoso reblandecido, en las proximidades del agujero occipital. Abierta con la sierra la cavidad craneana, aún contenía un resto de cerebro formando una capa de centímetro y medio, acumulada en mayor cantidad en los puntos declives en una masa concreta después del reblandecimiento, cuya superficie estaba ennegrecida por una capa de medio centímetro formada por deyecciones de insectos que habían devorado el resto del cerebro.”

Desde el punto de vista entomológico, he aquí el resultado de las investigaciones que hicimos:

"1º El tejido de lana que había envuelto la cabeza, contenía en sus pliegues caparazones varios de ninfas de dípteros sarcófagos..."

Dípteros: se aplica a los insectos chupadores con dos alas membranosas. Moscas. En sus distintas variedades, participan en casi todos las fases de la putrefacción de los cadáveres. Imagínense ustedes qué pasaría si se aniquilase a todas las moscas del planeta. Lo primero, la ruina de los fabricantes de insecticidas y matamoscas. Ganaríamos a nuestro favor todas las horas que pasamos espantándolas y persiguiéndolas, quitándoles las alas y regodeándonos en su impotencia; y limpiando las manchas de sangre que dejan en las paredes; incluso se dirían menos tacos. Pero la descomposición de todo bicho no viviente tardaría, de producirse, 20 veces más. Qué asco.

Y es que el pobre insecto ha tenido siempre muy mala fama. Se le ha considerado reencarnación del diablo y fue prohibida su entrada en los templos: quizás todo el románico surgiese para eso. Incluso ha sido excomulgada formalmente.

Por su parte, Roon Grebelek dedicó buena parte de su segundo cuaderno, de los 28 que dejó, a transcribir la parte de el Fisiólogo en que el autor se maravillaba con la invisibilidad del aleteo de las moscas y divagaba sobre sus causas y efectos.

Para terminar les recomendaré un remedio de tradición popular para evitar la entrada de moscas en la casa: ate tres huesos y colóquelos en la puerta principal el miércoles de Ceniza.

Pruébenlo. Yo lo he hecho y no funciona.

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Un poema de Machado sobre las moscas
Moscas malas, muy malas.
Objetivamente, moscas.


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Comentarios

Busco bibliografía de moscas en la literatura. SI puedes eniarmela te lo agradeceré. Busco una antología de Monterroso sobre el tema. ¿SAbes algo de ella?
Gracias

Comentado por Rosamaría Torres el 5 de Marzo de 2003 a las 06:23 PM

nesesitamos mas completa la informacion

Comentado por maria alejandra el 11 de Abril de 2003 a las 10:50 PM

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Comentado por maria alejandra el 11 de Abril de 2003 a las 10:50 PM