Como decía mi amigo Joaquín cuando íbamos al parvulario: SON UNOS COYONES. En este caso me refiero a los ejecutivos (ejecutables) encargados de la programación en las teles privadas, que, como no está permitido contraprogramar, contraprograman. El caso es que estos COYONES no tienen cojones. En la tele del todo por la audiencia, estos COYONES no se atreven a competir. ¿Por qué mejor no apagan la emisora y se dedican a otra cosa? A dejar de ser unos COYONES, par exemple.
¿Qué es lo que ha ocurrido que atraigo no sólo mi ira sino (oh, milagro) mi atención? Mi HUMILDE atención. Pues que Telecinco y Antena3 se han negado a echar su programación habitual por miedo al fútbol, ese sumidero tragaudiencias. COYONES.
Telecinco ha sido má sutil. Echó El Comisario, sí, pero un episodio atrasadísimo. Lo sé porque mi chavala no se lo pierde. Tito Valverde ha usurpado mi lugar en la lista de ídolos de mi chavala, el segundo puesto, relegándome a mí, a mi noble persona, a mi HUMILDE ser, al tercero. Las emocionantes personas lectoras de esta columna se preguntarán a menudo quién ocupa el ansiado primer puesto. La verdad es que ni yo mismo tengo la más mínima puta idea. Lo cual quizá explique por qué yo, YO, he tenido que conformarme, sin el derecho de escuchar atentamente el himno sin letra de mi patria, con la medalla de bronce. (Y no, el ídolo del mundo, o sea de España, Juanito Mueheleg, o como se escriba su tan pero tan castizo apellido, no va de primero).
Ya Telecinco había cambiado El Comisario del lunes al martes porque los COYONES no se atrevían a competir con Joperación Triunfol. Si Televisión (viva el Rey) Española sigue por esos andares, pronto las teles privadas estarán compitiendo en su verdadera liga, la tercera regional, O SEA, contra las teles locales. COYONES.
Lo que ha hecho Antena3 ha sido aún peor. En vez de su programa de los martes, Fama, Escuela de Mamones, o como se llame el bodrio ese en el que Victor Mosqueira tuvo a bien salir en bola picada, han echado una peli: Ataque de las mujeres garganta, La venganza de los hombres masa, o algo por el estilo. COYONES.
En la primera echaron el partidazo que le hizo el DEPOR al arsenal — muy parecido al que le hizo a unos de Madrid en la COPA. El DEPOR debería sustituir a don Manuel en la presidencia de la Xunta. O a Aznar en la europea. El DEPOR al completo, incluidos los alevines.
Al mismo tiempo, los telediarios de las privadas han desatado una desinteresante campaña — perfectamente lógica, por otro lado — en la que acusan (coyonamente) a TVE de competencia desleal, por joderles el chollo de la publicidad. Los COYONES no quieren competir y luego se quejan. Incluso la emocionalmente inestable Isabel Sansebastián se ha sumado a la subcampaña. Pero no os lo puedo contar con todo el detalle que me gustaría porque estaba de canaleo y no oí más de veinte segundos de lo que decía. Como es natural.
Mi HUMILDE opinión es que se jodan.
Por lo menos mientras sean unos COYONES.
Para terminar, os aviso que una quincena de estas, fieles personas lectoras, os acosaré sexualmente con una proeza jamás antes vista en ninguna parte de este fabuloso y globalizado planeta. La titularé: Veinticuatro horas en Antena3.
Un título altamente descriptivo. Y literal.
COYONES.