Revista poética Almacén

Toko-Utsuri, cuando desaparece la luz (2)

Tras la Segunda Guerra Mundial la gran mayoría de las capitales europeas están arrasadas y su reconstrucción será el campo ideal de experimentación de las tésis del movimiento moderno. La preocupación por la definición del corazón de la ciudad o las direcciones que se deben seguir en su nueva configuración y recuperación son incluso motivo principal de estudio y discusión en los retomados Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM).

La ciudad de Amsterdam sufre una herida que mantendrá abierta durante mas de veinte años, el espacio hoy ocupado por la Schouwburgplein. Habrá distintos intentos de disimular o eliminar los restos de la guerra sin embargo no será hasta la intervención de Adriaan Geuze y su estudio de arquitectura West-8 que se conforme un verdadero espacio urbano. Ironicamente West-8 no optará por la cirugía estética sino que hará de la cicatriz un motivo de orgullo y será precisamente el carácter de vacio urbano dentro de la elevada densidad de la ciudad lo que signifique su intervención.

La conformación de ese vacio se hará en tres bandas lineales de distintos materiales, madera, planchas de acero perforadas y hormigón con acabado superficial a base de resina epoxi que corren de norte a sur de la plaza. Esta forma de dibujar el suelo parece sugerir la estructura alargada del tradicional parcelario agrícola holandes pero también puede entenderse inspirado en parte en el proyecto de OMA para el parque de La Villette en Paris de 1983. Con gran cantidad de matices este sería el esquema de partida. Si quisieramos encontrar un referente español no tanto de similitud formal como de manera de entender la relación del espacio público con sus usuarios podríamos citar a Piñon y Viaplana en su actuación para la Plaza de la Estación de Sans, ampliamente divulgada y estudiada.

Donde realmente se enfatiza el valor del vacio como gesto arquitectónico de significación de una nueva monumentalidad, a la manera que en su momento formulase Sigfried Giedion en “Nueve puntos sobre la monumentalidad” escrito con José Luis Sert y Ferdinand Léger en 1943, es en la sutil elevación del plano del suelo sobre el nivel de la calle. No sólo se monumentaliza el vacio soportado por la plataforma con los 35cm de elevación de la misma sino que West-8 consigue con el hábil manejo de la iluminación artificial que dicha lámina flote literalmente soportada por una leve espuma de luz.

Viendo la Schouwburgplein no cabe duda de a qué se refiere Adriaan Geuze cuando habla de intervenir mas en el paisaje público que en el espacio público y de ir mas allá de los parques y jardines como elementos de configuración espacial en el ambito de lo común.

West-8 demuestra que es planteando estrategias operativas antes que artefactos como se puede jugar en la tradición desde la modernidad, incluso desde la vanguardia.

Si atendemos a una pormenorizada descripción de la plaza vemos que la iluminación no es un mero aditamento obligado por la funcionalidad del espacio.

La plaza se define sobre todo a partir de los materiales que la conforman pero sobre todo se conforma día a día con el uso no siempre previsto de las partes de la misma. La configuración de la planta del proyecto se basa en una idea de dinamismo paralela a la constante variación de la luz no sólo a lo largo del día sino tambien en su variación con las distintas estaciones. Para las distintas actividades diarias se plantean la separación de una zona fria y dura donde jugar, pisar, pasar, patinar,... de una zona mas cálida donde descansar, sentarse a contemplar el sol mientras se oculta entre el denso skyline de Amsterdam o donde disfrutar de su caricia para lo que se disponen unos grandes (seis metros) bancos corridos de diseño de West-8 acompañando a estos bancos se disponen pavimentos cálidos, madera y caucho, pavimentos blandos y poco agresivos que nos van dando pistas de otra de las características del proyecto, ligereza.

La existencia de un parking de los años sesenta aquejado de una estructura deficiente hizo, a lo largo de la historia de la plaza, que las intervenciones que sobre esta se pretendían llevar a cabo acabasen archivadas. En general todos los proyectos tendían a rebajar el caracter del vacio situando elementos pesados, construidos que amortiguasen la dimensión del espacio pero que debido a las limitaciones de peso que imponía la existencia del parking no podían llevarse a cabo. Una de las grandes aportaciones de la propuesta de West-8 es precisamente la ausencia de programa añadido, y la capacidad que han tenido para convertir el gran vacio en un gran escenario sobre el que todos aquellos que se sitúan representan su papel. Este carácter de escenario se ve reforzado por la cualidad de espacio cultural que tiene la zona, consecuencia de una excelente apuesta del gobierno municipal cuando debió elegir entre dar licencia para situar un gran complejo de cines en las afueras de Amsterdam o encontrar una parcela dentro de la ciudad que pudiese albergar una pieza de semejante porte. La apuesta obligó a West-8 a modificar el proyecto que ya había realizado pero permitió sufragar el bajo coste de su intervención al vincularse la urbanización de la plaza a la construcción del complejo de salas de cine.

No cabe duda de que la intervención del arquitecto Koen van Velsen entendió perfectamente las intenciones del grupo de Adriaan Geuze, no sólo en cuanto a la concepción del vacio, que le lleva a proponer un volumen rotundo pero con una piel extremadamente ligera (policarbonato) sino también a sintonizar con la idea de espectáculo visual y proponer una caja de luz a la manera de las linternas chinas que funcione como fachada iluminada de la plaza construyendo una máquina transparente, una escultura pública.

Por su parte West-8 encuentra en la iluminación la manera de llevar mas allá de la luz del día el carácter cambiante de la plaza, incorporando las que ya son imagen casi iconográfica de su proyecto, las torres hidraulicas de iluminación .

Si bien Adriaan Geuze habría preferido que fuesen los conocidos Ove Arup los que se encargasen del diseño de las que habrían sido unas ligeras estructuras de iluminación, sin embargo la sintonia con los ingenieros municipales encargados del diseño de las mismas dio como resultado una imagen capaz de condensar a la vez el dinamismo del que se impregna la plaza y el carácter de toda la ciudad con su imagen cercana a la de las abundantes gruas que se erigen en los muelles del puerto de Amsterdam.

Acompañando a las altivas torres de 35m emergen del subsuelo las tres chimeneas de ventilación del parking que West-8 cubre con rejilla de acero y corona con pantallas de brillante color rojo formando un espectacular reloj digital.

Todos los elementos que conforman la plaza han dado lugar a un verdadero escenario colectivo donde el espectáculo de luces no es gratuito ni meramente funcional sino que obedece a una manera no solo de entender el espacio público sino de concebir la monumentalidad mas cercana a la capacidad creativa y a la concepción del lujo como espacio que al recurso del verde fácil y el dinero como justificación de la calidad.

eduardo bauta

Cronología.

1940 14 de Mayo. Bombarderos alemanes sobrevuelan Amsterdam y una de las consecuencias es la aparición en el centro de la ciudad de un gran vacio.

1966 Construcción del Auditorio de De Doelen. Construcción del parking subterráneo.

1969 Primer proyecto de acondicionamiento de la plaza, tratamiento del pavimento y disposición de unos pequeños estanques además de la aparición de algunos kioskos.

1986 Nombramiento de Riek Bakker como jefe del área de Desarrollo Urbano, con la consiguiente mayor atención a los espacios públicos.

1988 Se construye el Teatro Municipal.

1990 West-8 presenta su proyecto de cara a intervenir en la Schouwburgplein con un suelo ligero de forma que se mantengan las cualidades de vacio urbano y no se ataque la delicada estructura del parking subterraneo.

1993 West-8 gana el concurso planteado para la resolución de la plaza.

1992 Se plantea la edificación de un gran complejo audiovisual en la plaza y se le solicita a West-8 que modifique su proyecto para adaptarlo a la presencia de dicho equipamiento.

Bibliografía.

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Betsky, Aaron y Adigard, Erik. Londres. Thames & Hudson. 2000

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Virilio, Paul. Estética de la desaparición. Barcelona. Anagrama. 1998

http://www.fosterandpartners.com

http://www.west8.nl


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