Revista poética Almacén

Máquinas abstractas

"Mil Mesetas, capitalismo y esquizofrenia"
Gilles Deleuze y Félix Guattari


M

Máquinas abstractas (diagrama y filum)

En un primer sentido, no existe la máquina abstracta, ni máquinas abstractas que serían como Ideas platónicas, transcendentes y universales, eternas. Las máquinas abstractas actúan en los agenciamientos concretos: se definen por el cuarto aspecto de los agenciamientos, es decir, por los máximos de descodificación y de desterritorialización. Trazan esos máximos; también abren el agenciamiento territorial a otra cosa, a agenciamientos de otro tipo, a lo molecular, a lo cósmico, y constituyen devenires. Así pues, siempre son singulares e inmanentes. Contrariamente a lo que sucede en los estratos, y también en los agenciamientos considerados bajo los demás aspectos, las máquinas abstractas ignoran las formas y las sustancias. En ese sentido son abstractas, pero es también el sentido riguroso del concepto de máquina. Las máquinas abstractas exceden toda mecánica. Se oponen a lo abstracto en su sentido ordinario. Las máquinas abstractas se componen de materias no formadas y de funciones no formales. Cada máquina abstracta es un conjunto consolidado de materias-funciones (filum y diagrama). Esto se ve con toda claridad en un “plan” tecnológico: ese tipo de plan no está compuesto simplemente de sustancias formadas, aluminio, plástico, hilo eléctrico, etc., ni de formas organizadoras, programa, prototipos, etc., sino de un conjunto de materias no formadas que ya sólo presentan grados de intensidad (resistencia, conductibilidad, calentamiento, estiramiento, velocidad o retraso, inducción, transducción...), y de funciones diagramáticas que sólo presentan ecuaciones diferenciales o más generalmente “tensores”. Por supuesto, en el seno de las diemnsiones del agenciamiento, la máquina abstracta, o máquinas abstractas se efectúan en formas y sustancias, con estados de libertad variables. Pero ha sido necesario simultáneamente que la máquina abstracta se componga y componga un plan de consistencia. Abstractas, singulares y creativas, aquí y ahora, reales aunque no concretas, actuales aunque no efectuadas, por eso las máquinas abstractas están fechadas y tienen nombre (máquina abstracta-Einstein, máquina abstracta-Webern, pero también Galileo, Bach o Beethoven, etc). No es que remitan a personas o a momentos efectuantes, al contrario, son los nombres y las fechas los que remiten a las singularidades de las máquinas, y a su efectuado.

Ahora bien, si las máquinas abstractas ignoran la forma y la sustancia, ¿qué sucede con la otra determinación de los estratos o incluso de los agenciamientos, el contenido y la expresión? En cierto sentido, se puede decir que esta distinción también deja de ser pertinente con relación a la máquina abstracta; y preciasamente porque ésta ya no tiene formas y sustancias que condicionen la distinción. El plan de consistencia es un plan de variación continua, cada máquina abstracta puede ser considerada como una “meseta” de variación que pone en continuidad variables de contenido y de expresión. Así pues, el contenido y la expresión alcanzan en él su más alto grado de relatividad, devienen los “funtivos de una misma función” o los materiales de una misma materia. Pero, en otro sentido, se dirá que la distinción subsiste, e incluso es recreada, en el estado de rasgos: hay rasgos de contenido (materias no formadas o intensidades) y rasgos de expresión (funciones no normales o tensores). La distinción se ha desplazado completamente, o incluso es nueva, puesto que ahora concierne a los máximos de desterritorialización. En efecto la desterritorialización absoluta implica un "desterritorializante" y un "desterritorializado", que en cada caso se distribuyen, uno para la expresión, el otro para el contenido, o a la inversa, pero que siempre vehiculan una distinción relativa entre los dos. Por eso la variación continua afecta necesariamente al conjunto del contenido y de la expresión, pero no por ello deja de distribuir dos papeles disimétricos como elementos de un solo y mismo devenir, o como los cuantos de un solo y mismo flujo. De ahí la imposibilidad de definir una variación continua que no afecte ya a la vez al contenido y a la expresión para volverlos indiscernibles, pero que no proceda también por uno u por otro, a fin de determinar los dos polos relativos y móviles de lo que deviene indiscernible. Así, hay que definir rasgos o intensidades de contenido y, a la vez, rasgos o tensores de expresión (artículo indefinido, nombre propio, infinitivo y fecha), que se revelan, arrastrándose uno y otros alternativamente, en el plan de consistencia. Pues la materia no formada, el filum, no es una materia muerta, bruta, homogénea, sino una materia-movimiento que implica singularidades o haecceidades, cualidades, e incluso operaciones (familias tecnológicas itinerantes); y la función no formal, el diagrama, no es un metalenguaje inexpresivo y sin sintaxis, sino una expresividad-movimiento que siempre implica una lengua extranjera en la lengua, categorías no lingüisticas en el lenguaje (familias poéticas nómadas). En ese caso, se escribe directamente con lo real de una materia no formada, al mismo tiempo que esta materia atraviesa y tensa el lenguaje no formal en su totalidad: ¿un devenir animal como las ratas de Kafka, los ratones de Hofmannsthal, los becerros de Moritz? Una máquina revolucionaria, tanto más abstracta cuanto que es real. Un régimen que ya no utiliza ni el significante ni lo subjetivo.

Todo eso se refiere a las máquinas abstractas inmanentes y singulares. Pero no impide que "la" máquina abstracta pueda servir de modelo transcendente, en condiciones muy particulares. Ahora los agenciamientos concretos están relacionados con una idea abstracta de la Máquina, y están afectados de coeficientes que explican sus potencialidades, su creatividad, según su manera de efectuarla. Los coeficientes que "cuantifican" los agenciamientos conciernen a las componentes variables de agenciamiento (territorio, desterritorialización, reterritorialización, tierra, Cosmos); las diversas líneas enmarañadas que constituyen el "mapa" de un agenciamiento (líneas molares, líneas moleculares, líneas de fuga); las diferentes relaciones de cada agenciamiento con un plan de consistencia (filum y diagrama). Por ejemplo, la componente “brizna de hierba” puede cambiar de coeficiente a través de los agenciamientos animales de especies sin embargo muy próximas. Por regla general, un agenciamiento tiene tanta más afinidad con la máquina abstracta cuanto que presenta líneas sin contorno que pasna entre las cosas, y goza de una potencia de metamorfosis (transformación y transubstanciación) que corresponde a la materia-función: cf. la máquina de las Olas.

Nosotros hemos considerado sobre todo dos grandes agenciamientos antropomorfos y aloplásticos, la máquina de guerra y el aparato de Estado. Se trata de dos agenciamientos que no sólo difieren en naturaleza, sino que son diferentemente cuantificables con relación a "la" máquina abstracta. Con el filum, con el diagrama, la relación no es la misma; no son las mismas líneas ni las mismas componentes. Este análisis de los dos agencciamientos, y de sus coeficientes, muestra que la máquina de guerra no tiene de por sí la guerra por objeto, pero lo adquiere necesariamente cuando se deja apropiar por el aparato del Estado. En ese punto preciso, la línea de fuga, y la línea vital abstracta que efectúa, se transforman en línea de muerte y de destrucción. La "máquina" de guerra (de ahí su nombre) está, pues, mucho más próxima de la máquina abstracta que de aparato del Estado, que le hace perder su potencia de metamorfosis. La escritura, la música, pueden ser máquinas de guerra. Un agenciamiento está tanto más próximo de la máquina abstracta viviente cuanto que abre y multiplica las conexiones, traza un plan de consistencia con sus cuantificadores de intensidades y de consolidación. Pero se aleja de ella a medida que sustituye las conexiones creadoras por conjunciones que crean bloqueo (axiomática), organizaciones que crean estrato (estratómetros), reterritorializaciones que crean agujero negro (segmentómetros), conversaciones en líneas de muerte (deleómetros). Se ejerce así toda una selección sobre los agenciamientos, según su capacidad para trazar un plan de consistencia de conexiones crecientes. El esquizoanálisis no sólo es un análisis cualitativo de las máquinas abstractas con relación a los agenciamientos, también es un análisis cuantitativo de los agenciamientos con relación a una máquina abstracta supuestamente pura.


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Comentarios

Me gustó mucho está lectura, pues estoy investigando sobre máquinas abstractas y la perspectiva de lo no humano del hombre, sin embargo,no he leido capitalismo y esquizofrenia y quisiera saber si ustedes tienen una edicion digital.

Gracias

Comentado por Javier Jácome el 25 de Noviembre de 2003 a las 03:17 AM

soy un deleuziano empedernido y agradezco mucho por este estracto.
sería bueno que se pudiera adquirir por esta vía el diccionario de Deleuze.
gracias.

Comentado por Camilo el 30 de Abril de 2004 a las 07:27 AM