Revista poética Almacén
Punto de encuentro

[Alfredo Bruñó]

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El encuentro en el metro

No es que Valencia tenga una gran red de metro; en realidad es más útil para entrar en la ciudad desde los pueblos del área metropolitana que para moverse por ella. Los autobuses siguen cumpliendo con bastante eficacia ésta última función. De todas maneras, el metro sigue transportando a bastantes viajeros. Pronto habrá una línea que cubra el trayecto entre el puerto y el aeropuerto.

Esta tarde, al volver de una reunión decidí coger el metro en lugar del autobús. Me encontré con Alberto Majoral, que fue uno de los primeros columnistas de este Almacén. Humildemente, voy intentando suplir el espacio que él dejó con esta columna.

Bruñó: De nuevo en Valencia.

Majoral: No por mucho tiempo. He aprovechado las fiestas para venir a ver a algunos amigos.

Bruñó: ¿Qué se sabe de La Ideal Taxidermia?

Majoral: Pues lo principal es que ya no existe ni el edificio. Por lo que he visto, están terminando los cimientos de una finca grande: pisos de lujo en pleno centro.

Bruñó: Hombre, aunque la industria de la construcción se ha parado un poco, sigue habiendo actividad.

Majoral: Y especulación. Es como si en este país la especulación y la política fuesen la única forma de hacer dinero, o adquirir una posición de relevancia social.

Bruñó: Está la televisión, como informa Cabana.

Majoral: Tu héroe.

Bruñó: Un hombre sabio.

Majoral: Pues imagínate qué país de pandereta: especulación, política y farándula. Y así queremos tener influencia en la Unión Europea.

Bruñó: ¿Y qué sugieres?

Majoral: Pues lo que salió el otro día en el Libro de Notas, que lo invirtamos todo en investigación. Los especuladores pueden invertir su dinero en las empresas de investigación, los políticos pueden apuntarse el tanto de la nueva prosperidad y la farándula puede seguir igual que siempre. Sigue siendo un país de pandereta pero high-tech.

Bruñó: ¿Has visto a alguien de la vieja tertulia del Taxidermista?

Majoral: Martínez me ha invitado a su casa para navidad. Vive solo y con los camaradas dispersos se aburre. Nos beberemos unas cuantas botellas y arreglaremos el mundo. Chiner pasará la nochebuena con su hija, pero vendrá el 25. El Taxidermista sigue viajero, me parece que está en Portugal.

Bruñó: Oye, pues mantente en contacto con el Almacén.

Majoral: Ya lo hago. Estoy por ofrecerles una nueva columna quincenal. Si les interesa, puede que te quite el espacio.

Bruñó: ¡Pues no estaría mal!

Majoral: Bueno, esta es mi parada.

Llegamos a la calle Xàtiva, la parada que conecta con la Estación del Norte. Majoral baja, se aleja entre la muchedumbre sin mirar atrás. No estaría mal revisitar sus archivos en el Almacén, quizá alguno de sus textos todavía tenga sentido.


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