Revista poética Almacén
Jácaras y Mojigangas

[Marcos Taracido]

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En el principio

Se levanta el telón acompañado por un ruido estridente de zanfoñas, vihuelas y chirimías, que callan al desvelarse el escenario. Oscuridad total que se acaba cuando los focos iluminan por partes la escena: primero los dos tercios a la izquierda del espectador y después el tercio restante, con un intervalo aproximado de 10 segundos. En este último espacio la escena muestra a una mujer clara pariendo. El mobiliario debe reproducir con exactitud una sala de partos; le ayudarán en el trance los médicos y enfermeras habituales¹¹ Aún consciente de la dificultad que eso entraña, el productor esforzado intentará que este sea un parto de verdad y que se produzca en tiempo real durante la representación. De no encontrar a nadie dispuesto para la ocasión, se reproducirá con exactitud cada uno de los pasos que se siguen en un parto y los efectos especiales han de estar a la altura. Si se trata de una representación cutre y sin recursos suficientes, se optará por convertir el acto en una parodia: muñeco feo y sucio, medicos de pega, utensilios de veterinario.. En la otra parte hay ausencia de mobiliario.Tres personajes; un hombre y una mujer vestidos sólo de cintura para arriba y la otra mujer cubierta con un mono blanco en cuyos bolsillos guarda sus manos. Carecen de estupor.

Hombresemidesnudo: Odio a las moscas.

Mujersemidesnuda: Es una pérdida de tiempo.

Mujervestida: ¿Las moscas?

Mujersemidesnuda: No, odiar. Sobre todo cuando no puedes aplacar tu ira eliminando lo que la provoca.

Hombredesnudo: Te equivocas doblemente. Primero: odio, no tengo ira. La ira es para los desesperados, una sarna amarilla, imprevisible y dolorosa, y autodestructiva. El odio, amiga mía, es como una droga suave y resistente que se mece en el cerebro: odiar es estudiar y aprender el mundo. Es necesario y germina los cuerpos. Y segundo: yo sí elimino la causa de mi odio. Trabajo en un proyecto de holocausto de moscas, un arma silenciosa que extermine a las moscas de la faz de la tierra.

Mujervestida: Entonces acabarás con el mundo.

Hombresemidesnudo: No, sólo con las moscas. Y quizás, si lo perfecciono, con los mosquitos también.

Mujervestida: Sin las moscas los procesos de putrefacción de los organismos se ralentizarán en exceso y las enfermedades se extenderán como el rocío; y los pájaros aprenderán a pasar hambre.

Hombresemidesnudo: Para entonces yo seré pasto de los gusanos. Qué más me dará entonces.

Mujervestida: Te equivocas de nuevo. No habrá gusanos sin moscas y tu cuerpo se acartonará en el féretro.

Mujersemidesnuda: Nos estás sermoneando.

Mujervestida: No, sólo defiendo mis propios intereses.

Mujersemidesnuda: ¿Inviertes acaso en algún holding de insecticidas?

Mujervestida: No, es sólo que las amo, con todo lo que eso significa: me entrego en cuerpo y alma a ellas, amo sus cuerpos, sus sonidos, amo su forma rota de volar, sus finas patas, sus alas transparentes, adoro las cerdas diminutas que cubren su cuerpo, gozo con la contemplación de sus artejos, vibro con el trabajo de la mosca en el estiercol.

En este punto la mujer saca lentamente las manos de los bolsillos: están totalmente cubiertas de moscas hasta las muñecas, y a medida que se van despegando y vuelan van mostrando unas manos carcomidas en muchos puntos hasta el hueso, con larvas incrustadas en distintos estados de la metamorfosis. Justo en este instante numerosas cajas repletas de moscas que están repartidas entre los asientos del público son abiertas.²
² La sala de partos ha de permanecer libre de moscas. He aquí algunos consejos para alejar las moscas de la casa, consejos que el productor deberá saber adaptar a su situación en el escenario:
- Para arrojar las moscas de una casa mézclese zumo de adormidera con agua de cal, y lávase las paredes y toda la casa.
- Secreto para desterrar de las casas las moscas y mosquitos: Tomarás las plumas de la Abuvilla, y quemadas en la cámara, ó pieza donde hay moscas, se irán, y no volverán.

Mujersemidesnuda: Si no te lavas eso vas a morir.

Mujervestida: Puede, pero será de amor.

Hombresemidesnudo: Interesante, ¿cómo consigues que se te peguen a las manos?

Mujervestida: Ya te lo he dicho, es el amor.

Hombresemidesnudo: Es que yo he trabajado durante años sobre los estímulos condicionados de las moscas...

Mujersemidesnuda: ¿Las moscas de Pavlov?

Hombresemidesnudo: ...Y nunca conseguí un efecto similar.

Mujervestida: Claro, tú las odias, no las amas.

Mujersemidesnuda: Tiene sentido. En cualquier caso, vienes a decir que el amor es la muerte.

Mujervestida: Siempre, pero dulce y hermosa como un abismo.

Callan los tres y se quedan inertes. A la derecha, en la sala de partos, el bebé termina de nacer e irrumpe en llantos. La sangre y la placenta inundarán el suelo. El grito de vida del bebé es el primer y el último sonido que nos llega desde ese lado del escenario. Cae el telón.

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