Revista poética Almacén
Los Poetas

Mauricio Otero
Mauricio Otero (Chile, 1960) es dramaturgo, articulista y poeta chileno. Sus poemas son como una cascada inagotable a la que uno ha de lanzarse sin chaleco salvavidas. La mística clásica, el vanguardismo formal de los ismos tradicionales y una pulsión poética sensible y cercana se mezclan en sus versos con increíble armazón, sin renunciar la metafísica al hombre y su política. Los poemas que presentamos aquí pertenecen al libro en imprenta Crímenes de la luz, antología de seis libros con unidad temática en la que el poeta viaja al interior de la nada, entre la religión y el poder, el dolor y la luz.

Escape!

Nada - vacíos átomos que cantan luz vahídas almas que ensombrecen cáscaras de ignosis, sueño imagina la alba esclava de las palabras no nombradas, neutrósis del desierto vida que escapa huellas suspiros en los astros que se asombran defenestrada amapola de festejar digitales espantos de la gnosis, cielos en rosa de ángeles perdulan símulas de ausencias susurradas por murcurios de ríos en hálitos de agónicos deslumbres la mirada que en homicidios milenarios se cumple, cuando nadie es nadie y el alma se evapora ahora canción del sur al interior de la nanidad,

Oh rosa de luminosos pétalos, yo te canto en el arroz de las mañanas 333333 del postre bebidas de sangre carnero en la crucifixión de las leches que la manada de dios ordeña cuando la recién amada sonríe en natal oscuridad de puta de luz, rompe en gritos de amor por la naturaleza de mi don,

te nombro y te desnombro en cataratas de ablución


el universo gime en cuna de sol

Y entonces Soy y rasga amaneceres mi estentórea voz...
vos
Vos....

Mórulas

Devorar amapolas alfileres sangrando leche las ciudades muertas: ver el otro lado Espanto Creador colinas de ceniza en crímenes de auroras, porque ellas, enemigas desierto concierto los hielos de las jjjjjs cantan en el pararrayos de los Dios ángeles estallando gozo crucifixión —ríos de sal en las cavernas serpientes crujientes en pétalos de fe, gacelas acuchilladas por la Luz violenta libídinas calaveras del fin en Fin Nada sólo el comienzo de las heces de cristal, música de imágenes para laberintos de coralidad, Quién susurra el murmurio de las hojas en las sienes del no ser sólo sed de padecer olas de barcarolas mórulas chupando el huevo que se quiebra en enemistad selene y no nace la montaña y los pájaros se vuelven al coito de morir en las notas, creer. Tal vez es la x que ahoga la mente pajarona árboles de laurel en deshoras el alma funar chirrido de las locas que fuman huesos en platinos de desesperación astral y las cruces del sur colapsando cerebros palabras que navegan ostras hambrientas gusanos en las copas de nocturnidad abismos de soledad escarcha dedos que se quitan en sueños de lirios currentes de peces sobando eléctricas Hélices del Austro en crisoles anillos que ruedan crudos panecillos de los astros apagándose Palia qué: dejar de creer y hielar en rieles de ruinas de 33 pinceles —nichos de placer- suicidios canillitas los niños beber discos de harina en los molinos de no ver y salir disparando limones tras Fantasma tres dientes plugir mieles el Sol va a caer la Nada sobre el ecrán y la maldita vida fornicando con la muerte y mugir morir al Fin!...

Espirón

Corolada angustia

de espina lumbrada,

saeta en amargo sueño

falce de entrefirmamentos hielos!

Aljofarada cáscara de huesos

húmeros humos

en flauta hacia el ocaso,

ala quebrada

quebracho espirón

el ancla de la nada.

Despetalando ojos ausentes,

en astros labios marfilados

en máscaras de yesal desarmonía

de estrellas idas-

vueltos en síncopa de hojarasca de luna

incienzada aparición

desaparece

y latiga

el desenfreno chasque de allí.

1, 2: dos uno que no son

sino no son.

Subsueña sueño

durmón!

Ciega babilónica

El orbe es un túnel vacío
nosotros habitamos en la irrealidad de lo lleno

Paradisiamos el mundo

que cuelga del árbol
Mas la Lengua está cortada
y las raíces venas en el aire

Atención:

Hay que encontrar el pasadizo

Tumba

Ala-Espacio
              Ala-Nada
Mariposa
reventando ahora los soles que no imaginó,
ME ensombrece
mármol de Olas.
Y he aquí que el Nuevo Gallo
galaxias esclavas desflora
y Un Solo Canto
sobre La Tumba, Dios!

Álgebra

hay que echar andar el tío vivo
de nuestras ánimas aerolitos
como una torre de sol
que rompe para siempre el infinito

Que se escuchen los cantos de mares grávidos
como niños soñando sus espíritus
pabilos en la noche del futuro

Estrellas de escarcha nuestras lágrimas
álgebra de amantes que el océano trajo
espirales de átomos
no-reflejo narcisos
invisibles rocas
bajo arenas de soledad.

Y el mar se recoge espeluznante con los desaparecidos.

Confeso

Una roca que de pronto deja ver sus venas
luz corriente de neón
el pasmo de los finos filamentos del amor
en vocablos que esperan surgir del fondo
como móviles mármoles que fluyen
hacia un mar de helados ecos de almas muertas
que rompen con sus besos
sienes ahuecadas en los laberintos
donde
la nada vio pasar a Dios
y tembló como la caída de la ciudad
diamante opaco que estalla en los ojos


Ayyyy!...Dios, estoy sollozando tu pavor
como el recién nacido de la muerte que penetra en la caverna de soledad
y sus pies descalzos moja tu gemido hermoso
tu quejido como de viuda, amante
que enlutó mi rostro
roca de carne que derrama el tumor
el día del fin que ya llegó y te derrota musgo blanco
con tres estremecimientos de velar el alma

Ahy, amanece un río de huesos amor y llanto

Y te perdono, porque eres
oscuro
como yo

Padre.


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