Revista poética Almacén
Tele por un tubo

[Ramiro Cabana]

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Los telelos

“¡Lo que da de sí una paja en televisión!” (Jesús Vázquez)

Los telelos, o las telelas en caso de una ausencia pronunciada de genitalia masculina, son aquellas personas o seres humanos cuya principal o única formación cultural, aparte de lo que se dice y/o comenta en el bar de la esquina, depende principal o únicamente de la televisión.
Yo no conozco personalmente a ningún telelo o telela. Al menos que yo sepa. Porque existe, claro, la posibilidad de que el telelo o telela en cuestión no haya salido aún del armario. Cosa para la que tampoco existe necesidad existencial alguna. Espéin es un país libre. O por lo menos de boquilla.

Telelos o telelas también son aquellas personas que piensan que salir en la tele es lo máximo. Mejor incluso que tener dinero para comer todos los días, pagar la hipoteca, la letra del coche, los estudios de la progenie, la ropita de domingo y la del resto de la semana y unas vacacioncitas en Benidorm una vez al año. Lo digo así porque muchos tienen pinta de no haber trabajado un puto día de su vida. Como yo.

Los telelos y telelas de esta otra categoría se dividen en dos clases. Una, la persona que regala estúpidamente sus derechos de imagen por salir treinta segundos con un micro metido en el hocico en cualquier programa de recortes hecho por becarios, al estilo de Pecado Original. Otra, la persona que se pasa siglos haciendo cola en las selecciones de ganado (llamadas cástings en este país con la lengua dejada de la mano de dios), para lograr un puesto en Gran Hermano, Operación Triunfo y ahora una cosa en la que regalan una casa de 750 mil euros.

Siento verdadera piedad por la pareja ganadora de este último concurso importado de la metrópoli, Estados Unidos. Y la siento porque me imagino a esa parejita hipotecando a sus cuatro abuelas (dos para cada uno) para pagar los impuestos que ha de soltar semejante propiedad e incremento de patrimonio. Un día en que tenga buenas ganas de reírme irá con Borja, el mejor perro salchicha del universo, y se lo preguntaremos a nuestro administrador.

Bueno, luego hay otra clase de telelos y telelas, que son los que viven de la tele sin hacer nada. Como el personal del famoseo. Mi telela favorita es Marlene Morreau, que ha ganado Gran Hermano VIP.

Marlene Morreau es francesa, y ésta ha sido la forma en que los espeinoles y las espeinolas han premiado el giro a la izquierda en las úlitmas elecciones francesas. También ha ganado Marlene porque estamos tratando de quedar bien con la Unión Europea para que nos sigan dando pasta y no nos veamos obligados a sacar nuestras propias castañas del fuego durante unos pocos años más.

¿Os parece absurdo mi agudísimo análisis?, queridas telelas mías ¿Es que no recordáis el pifostio que se armó con Ainhoa en Operación Triunfo cuando unos nacionalistas excluyentes hacían un análisis político de su triunfo o falta del mismo en aquel programa? ¿Os acordáis de toda aquella movida de si una vasca nos iba a representar o no en el Festival de Eurovisón? Pues es lo mismo.

En lugar de llamarse Gran Hermano VIP, el programa se tendría que haber llamado Gran Hermano Telelo de la Tercera Categoría. O sea de los telelos que viven de la tele sin hacer nada.

Para empezar hay que saber que VIP significa Very Important Person, requisito impuesto por su título que el programa no cumplía. ¿Desde cuando es Iñigo una persona importante? Si quisiéramos hacer un Gran Hermano VIP de verdad, aunque fuera sólo con personajes espeinoles, propongo encerrar en una misma casa a las siguientes personas: Aznar y Zapatero porque son los jefes; Florentino y Las Koplowitz para añadir el factor ladrillo; Ana de Palacio para ver qué dice ahora; la novia de Asturias para atraer al público republicano; Maragall para dar trabajo a los de los subtítulos (yo no sé vosotras, pero yo a este señor no le entiendo, ni cuando habla en espeinol ni cuando lo hace en catalonian); Anguita para ver si revive su carrera; y María Teresa Campos porque es mi único y verdadero ídolo en esto de la tele. ¡Ahí sí que tendríamos un GHVIP interesante! Y en lugar de Jesús Vázquez para dirigir el programa, podríamos poner a Urdaci. ¡Y conexiones en directo a través de la SER! (Lo digo porque haya alguna clase de equilibrio informativo.)

La cuarta categoría de telelos y telelas, como habéis podido ver por el útlimo parágrafo es el de la gente que sí curra en algo y se empeña en salir en la tele. Hay dos clases. Los que curran en algo que sale en la tele y los que salen en algo que curra en la tele. Los primeros son los políticos y políticas; los segundos son los presentadores y presentadoras. Por ejemplo, podríamos decir sin mentir que María Teresa Campos es mi telela de la cuarta categoría segunda clase favorita. MTC curra millones de horas sin descanso para salir en algo que curra en la tele, es decir, en su programa, Día a día. (Si María Teresa está leyendo ésta, la mejor columna de televisión de esta revista, debe saber que hace años que espero que me llame para poder entrevistarla.

¡Ya tengo la lista de preguntas preparada y todo!

Chao, queridas amigas telelas, hasta la próxima quincena.


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