Revista poética Almacén
Consultorio sexistencial

[Jovanka Vaccari]

Una visión moderna y divertida sobre el sexo, la sexualidad, los roles sexuales y su función existencial.
Estos artículos fueron publicados en el dominical de La tribuna de Canarias.

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Hijo´´s de meretrices
¡Pasen, pasen y lean! ¡No pierdan la oportunidad de ser testigos de una infidelidad, de una guerra espermática y de una fecundación! ¿Alguien da más? ¿No?... ¡Pues tomen asiento! Seis días antes de ovular, una mujer y su marido practican el sexo rutinario durante el fin de semana. Después de 3 o 4 coitos, ella tiene en su vagina unos 300 millones de espermatozoides (equipo A). El miércoles coincide con un ex novio. Ahorro detalles para que cada cual disfrute poniendo los propios, pero el clandestino encuentro acaba en otros 2 o 3 apasionados coitos y, debido al carácter morbosamente ocasional del mismo, el amante libera el doble de espermatozoides, unos 600 millones (equipo B). Ya tenemos los contendientes y el campo de batalla. ¿Están dispuestos para la retransmisión? ¡La guerra va a comenzar! ¡Bien, vamos allá!


Ajeno a su ligera ventaja, el equipo A coloniza la vagina ascendiendo por los canales de la mucosa, en busca de un único objetivo: el óvulo. Una galería de soldados rasos se encarga, con distintas misiones, de procurar el éxito. Los más conocidos, con su cabecita llena de fluidos y ADN, viajan empujados por los movimientos de látigo de su cola: son los cazadores de óvulos y buscan la zona de fecundación, donde esperarán aletargados a que el óvulo les despierte cuando esté listo para fecundar. También hay bajas: muchos van siendo expulsados con el reflujo femenino. Unos pocos son sustituidos por los espermatozoides que quedan en las criptas del cuello uterino, pero no son fecundadores sino bloqueadores, con 1 cabeza grande o 2, o 3, ¡o 4!, cuya misión es impedir que pasen espermatozoides tardíos, amigos o enemigos, al cuello uterino ... ¿Hay apoyos? ... ¡Sí, de todo tipo y misiones!: de cabeza pequeña sin ADN, de cabeza redonda, en pera, en pesa, irregular, de cola corta, de 2 y 3 colas, en ángulo recto, con mochilas de material celular... También vemos otros individuos vagando por aquí y por allá... ¿Quiénes son?... ¡Oh!, los temibles asesinos, merodeando en busca de espermatozoides de otros hombres para matarlos. No hay enemigo a la vista, pero aún falta para que el óvulo madure y se van produciendo más bajas por vejez... Los asesinos acompañan tranquilamente al último puñado de espermatozoides fecundadores hasta el útero... Pero, ¡alerta!, algo ocurre... Se detecta una frenética actividad química ... ¿Sí? ¡Atención, atención! ¡Afirmativo!: ¡Otro ejército de invasores entra en busca del mismo objetivo! ¡Reorganización! ¡Posiciones de bloqueo y ataque! ¡Un acúmulo seminal, procedente del amante de la mujer, inicia su propia aventura! Los bloqueadores A se movilizan, pero quedan pocos y débiles. Cazadores, asesinos y bloqueadores B se dividen en dos: un grupo se dirige hacia el óvulo y otro a las criptas del cuello uterino, enrollan la cola y esperan acontecimientos... En otras zonas, asesinos A y B envenenan a los cazadores, pero aún falta lo peor: los asesinos se encuentran, se sondean con la cabeza y cuando detectan que son enemigos se pinchan veneno corrosivo... El espectáculo es dantesco: miles de parejas de espermatozoides A y B abrazados mortalmente... La proporción va 1000 a 1 a favor del equipo B, más fresco y entero... Sólo faltan unas horas para la ovulación... Todos los supervivientes siguen desplazándose hacia el oviducto, pero continúa la matanza: patrullas de asesinos vigilan las entradas por donde descenderá “el objetivo”. Se producen más bajas... La mujer segrega glóbulos blancos que se suman a la actividad bloqueadora y favorecen al equipo A, pero continúa ganando el B... La proporción es de 100 a 1... ¡Atención!... ¿Qué ocurre?... ¡Oh, no!¡La mujer acaba de copular con su compañero y recibe otro aporte seminal! ¡La guerra vuelve a empezar, esta vez con ventaja para el equipo A! ¡Falta una hora para la ovulación y la masacre espermática es brutal: desplazamientos frenéticos, nuevas bajas y nuevos reclutamientos! ¡Apostar por un vencedor es realmente complicado! Pero sigamos observando: una avanzadilla moribunda de cazadores y asesinos se dirige hacia el ovu... ¡¿Qué es eso?! Parece una señal... ¡Sí! ¡Es una señal química que se transmite por el oviducto!: ¡¡La mujer está ovulando!! ¡¡Movilización!! ¡La señal está “despertando” a los fecundadores que permanecían en reposo y se desplazan en masa hacia la zona de fecundación! ¡Qué carrera de obstáculos, amigos! ¿Quién ganará?... ¡Alerta! ¡Hay otra carnicería entre los últimos espermatozoides! ¡¡Y el óvulo está llegando!! ¡¡¡La lucha es a muerte!!! ¡¡¡Quedan 3A y 1B!!! ¡¡¡La victoria parece clara: va a ser el marido quien consiga fecund...!!! Pero... ¡Un momento!... ¡El espermatozoide B parece volar, como si alguien lo llamara...! ¡Efectivamente! ¡Esto es increíble! ¡El óvulo está “eligiendo” y prefiere el esperma del hombre que hizo gozar más a la mujer... y... y... ¡¡¡¡y se hace con el premio!!!! ¡¡La vida ha vuelto a triunfar!!

P.S. La vida evoluciona y se manifiesta diversa mediante la selección y, en su azaroso acontecer sexual, el cuerpo femenino ha devenido estructura biológica para promover la guerra espermática, y la vagina locus para alojarla. Un reciente estudio inglés concluye que 1 de cada 25 personas existe porque los espermatozoides de su padre genético lucharon y vencieron a espermatozoides de otro/s hombre/s en el tracto reproductor de una santa cuyo cuerpo obedeció los más nobles dictados. ¿Algo que insultar?


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